ENTREVISTA A ELISEO VERON, SEMIÓLOGO
· ¿Por qué la televisión tiene tanta incidencia en algunos casos y tan poca en otros?
—Depende de muchas variables. Hay que analizar cada caso y no responder en general. Probablemente en México, por ejemplo. donde estuve una semana antes de las últimas elecciones, hubo cosas sí que fueron importantes. Creo que en la derrota de López Obrador incidió el hecho de que en las primera fase del debate político en TV, él no fue. Fueron todos los candidatos y el decidió no debatir. Bien, en ese caso creo que su ausencia tuvo una incidencia negativa para él. Pero aquí, en la Argentina, en las últimas elecciones el rol de la televisión fue 0.
· ¿Quién construye el acontecimiento: los medios o la gente?
—Es la gente la que construye. Los medios pueden coincidir con esa construcción, o contradecirla, o a veces anticipar fenómenos. Depende de los medios.
· ¿Argentina es un país evolucionado en términos mediáticos o no?
—Hay que hacer un poco de historia y situar el análisis. La Argentina se atrasó enormemente desde el momento en que los militares tomaron directamente el control de la televisión, cuando las diversas fuerzas se repartieron los canales. Eso fue un desastre inenarrable. A diferencia de Brasil, por ejemplo, que sufrió la dictadura claro, pero los militares no se apropiaron de los medios, no afectaron el sistema de la televisión como acá.
· Pero allí había censura como había aquí.
—Había censura sí, pero por ejemplo, la Rede Globo siguió emitiendo con poder propio. La Argentina fue tierra arrasada a nivel de la televisión. Los diarios intentaron pasar la tormenta como pudieron. Ahora, en estos momentos, la TV, técnicamente, es muy buena. No hablo de los contenidos, sino de la infraestructura tecnológica.
· ¿Qué piensa de un fenómeno como el de los blogs?
–Es un género nuevo. Es muy interesante y enriquecerá el mundo de las comunicaciones. Claro que debe estabilizarse. Sé que en los Estados Unidos hay muchos blogs excelentes, en general realizados por periodistas profesionales. Los mejores son los hechos por quienes manejan las disciplinas periodísticas tradicionales.
· Algunos profetizan un futuro arduo para los medios impresos a partir de la explosión de Internet. ¿Coincide?
—Hay una larga tradición de procedimientos, rutinas y modalidades de trabajo que acompañaron una enorme parte de la tarea periodística durante muchísimo tiempo. Esa tradición está en crisis porque los soportes están en crisis. Aunque yo espero fervientemente que no desaparezca la posibilidad de leer en el diario impreso lo que ha sucedido en el mundo el día anterior de acuerdo a una organización en la que haya una nota de tapa por ejemplo y una suerte de jerarquización de las noticias. En fin, cuando surgió la televisión, irrumpió pero desestabilizó menos al periodismo escrito de lo que se suponía. Desde lo gráfico hubo primero cierto desprecio por la TV, y una multitud de prejuicios contra ella. Pero a la vez, los medios gráficos intentaron parecerse a la TV. Recuerdo que en Francia se intentaban editar páginas de los diarios con la idea de que los lectores hicieran zapping con ellas. ¿Que significó eso? Esa mimetización no fue buena. Lo que no se ha hecho es discutir sobre el poder analítico que tienen los diarios. Lo tienen los diarios y no lo tiene por sus características la televisión.
· La televisión a la vez afronta una situación de cambio radical.
—La TV que conocemos desaparece. Y la gente de la industria de la televisión lo sabe bien. La informática, el universo audiovisual y las telecomunicaciones en general van a ser una sola cosa. Se termina lo que llamamos el broadcasting, la emisión organizada centralmente.
· ¿En qué se basa para realizar una afirmación tan contundente?
—Un punto de inflexión fue la aparición de la CNN. Hasta entonces, en la televisión histórica el presentador de un noticiero sabía que durante el mediodía tenía determinada audiencia, y el presentador de la noche sabía que tenía otro público. La CNN llega a un señor en Japón que está desayunando, mientras que en California está cenando. Tiende a diluirse el concepto de programación tradicional. La televisión histórica funcionó en base a la programación. Aún la CNN conserva algo así como una programación. Pero en muy poco tiempo, cada uno podrá ver el producto "televisivo" que quiera en el aparato que quiera. No va a haber mas grillas de programas. No va a haber más rating.
Publicado en Clarín: http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/09/03/z-01264140.htm