La responsabilidad de los medios


Una encuesta realizada por la firma Gallup refleja que los estudiantes de Concepción del Uruguay aprenden muy poco acerca de los valores democráticos en los medios de comunicación de la ciudad. El estudio ratifica una distancia entre comunicadores y jóvenes que, lamentablemente, se ha ido consolidando con el tiempo.

Que los programas políticos “son aburridos”, “a quién le importa eso”, “yo no sé nada de política” son expresiones comunes entre adolescentes y estudiantes. Este desinterés prematuro por los asuntos públicos se transforma después en desinterés cívico, en la falta de participación, en la ausencia de compromiso con el prójimo.

En una sociedad como la nuestra, en la que los medios de comunicación ocupan un lugar preponderante, la promoción de los valores democráticos debiera ser un imperativo de todo comunicador, y no una elección. La responsabilidad social de los medios transforma en un deber ineludible la necesidad de profundizar las prácticas democráticas y revalorizar la política –no confundir con los políticos– como actividad fundacional de las bases de convivencia social.

Entender este compromiso requiere visualizar que “el poder de los medios” no es un cheque en blanco para que los comunicadores hagan lo que quieran sino, por el contrario, es más bien una “carga pública” que nos obliga a asumir esa responsabilidad.